La competencia:
En un bosque, por ejemplo, las plantas compiten por los recursos disponibles: agua, luz y minerales. Luego de cierto tiempo las plantas se ubican de manera que pueden crecer aprovechando los recursos sin "molestar" a los demás individuos. Esto se logra, en parte, debido a las diferentes necesidades en cuanto a nutrientes y humedad.
Cuando los que compiten son especies animales, gana el mejor, el más fuerte o el más
hábil. Y el beneficio es el mejoramiento de la especie. En ocasiones, la competencia no genera el equilibrio de un ecosistema, sino todo lo contrario.
Esto ocurre cuando se introduce en el ecosistema una especie extranjera que logra adaptarse tan bien al lugar, que desplaza a las especies propias de la región. Es el caso de la acacia, un árbol originario de la China que se introdujo en Colombia, su crecimiento es tan rápido que es capaz de desplazar las especies nativas.
En un bosque, por ejemplo, las plantas compiten por los recursos disponibles: agua, luz y minerales. Luego de cierto tiempo las plantas se ubican de manera que pueden crecer aprovechando los recursos sin "molestar" a los demás individuos. Esto se logra, en parte, debido a las diferentes necesidades en cuanto a nutrientes y humedad.
Cuando los que compiten son especies animales, gana el mejor, el más fuerte o el más
hábil. Y el beneficio es el mejoramiento de la especie. En ocasiones, la competencia no genera el equilibrio de un ecosistema, sino todo lo contrario.
Esto ocurre cuando se introduce en el ecosistema una especie extranjera que logra adaptarse tan bien al lugar, que desplaza a las especies propias de la región. Es el caso de la acacia, un árbol originario de la China que se introdujo en Colombia, su crecimiento es tan rápido que es capaz de desplazar las especies nativas.